¿Quién te iba a decir que iba a ser presidente de los Estados Unidos un tío que parece que han sacado de una despedida de soltero? O que nos estemos gastando un dineral en conquistar Marte, un planeta que es todo tierra batida, que hasta Rafa Nadal acabaría harto de vivir allí… Está claro que a los seres humanos nos cuesta ver nuestra propia tontería. Y para intentar verla, utilizaré las dos herramientas más potentes que conozco: la música y el humor, porque como dice el Dalai Lama: cuando puedes reírte de un problema, has empezado a superarlo.

La música ha sido fundamental en todos los momentos importantes de nuestra vida ¿Qué sería, de una boda sin la marcha nupcial de Wagner, o una noche de juerga sin el “Hoy puede ser mi gran noche” de Raphael?

«Desconcierto para monólogo y piano» es un monólogo en el que me ayudo del humor y un piano para demostrar que la música, junto a la wifi, es el mejor invento de la humanidad. 

A pesar de los grandes avances tecnológicos, cada vez estamos más estresados. Ahora lees un periódico y dan ganas de irse a esquelas para descansar. Si todo el que se ha llevado algo en este país lo devolviera… ¡tendríamos para rescatar a Alemania!  Pongas el telediario que pongas parece una película de Tarantino. Por eso la única salida es el humor en defensa propia, bueno, si estás casado y tienes hijos, igual tienes que combinarlo con un chute de Lexatín.